domingo, 14 de enero de 2018

Varios artistas: Red Hot + Blue


Año de publicación: 1990
Valoración: muy recomendable

Discos con causas benéficas debe haber unos cuantos. Pero lo de Red Hot and Blue es especial. Primero, la causa, sobre todo por el momento en que se produce: 1990, con la humanidad aterrorizada ante el avance del SIDA y con escasa capacidad de reacción para evitar que el desarrollo de la enfermedad acarree una muerte segura. Hace falta dinero para investigar. Y este es el primer proyecto discográfico con ese objetivo. No fue mal. Un millón de ejemplares vendidos.
Pero nadie compra un disco si cree que lo que va oír no va a gustarle. Ahí está el enorme acierto: las canciones eternas y atemporales de Cole Porter, elección oportuna por muchos factores, pero especialmente por lo artístico. Su música, su mensaje, se adapta a la perfección a la filosofía del proyecto, cuestión que seguro que actúa como poderoso anzuelo para reunir a las grandes figuras que participan en las 20 canciones que aquí se incluyen. Red Hot + Blue parece un catálogo del Quién es quién de la música del momento y ello hace de su escucha una experiencia fascinante.

Porque, lejos de aportar una única visión, los músicos participantes muestran una libertad absoluta a la hora de acercarse al material de Porter. Neneh Cherry (cuestión que fue algo criticada en su momento) apenas toma unas cuantas frases de I've Got You Under My Skin, convirtiéndola en un pretexto para mostrar músculo sonoro y bajos descomunales, y artistas como Jimmy Somerville o Erasure llevan, con sensibilidad y excelentes resultados, From This Moment On  y Too Darn Hot hacia sus registros sonoros, sin que ello aleje a las canciones de su delicadeza y su espíritu universal.También hay rendiciones más cercanas a las tomas originales: Lisa Stanfield alardea de clase y precisión vocal en su estratosférica toma de  Down in the depths, una de las cumbres del disco. Sinead O'Connor llena de aires irreales, casi lynchianos,  You Do Something To Me, al igual que Jody Watley, cabaretera en After you, who. El disco está lleno de momentos magníficos: kd lang, en el magnético video de Percy Adlon, transmite el mensaje de la ausencia en So in love, y sería injusto olvidar la muy digna versión de unos U2 época Achtung Baby para Night and Day, la muy apropiada toma de I love Paris  que hacen Les Negresses Vertes, intoxicada de aires manouche, o la maravilla que construyen Neville Brothers en In The Still Of The Night, otra excelente muestra de que este disco no se limitó a ser un pretexto para una buena causa, sino que se sostiene en lo artístico y en lo creativo por méritos propios. Y qué otra oportunidad vas a tener de ver en una misma portada a Tom Waits y los Jungle Brothers.

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